El 17 de agosto 2018 fue asesinada Vanesa Campos (36 años), trabajaba en el Boise de Boulogne en Paris como trabajadora sexual.
“7 u 8 hombres la atacaron. Esto es el resultado de otras agresiones pasadas. Al parecer, probablemente una banda de hombres que agrede a las trabajadoras del sexo y a los clientes para robarles. Este fenómeno de bandas que ataca a las trabajadoras del sexo está creciendo actualmente en toda la región de L’Ile de France. Aquellas que tratan de autoorganizarse para defenderse, son después perseguidas.”- así lo denuncia el Sindicato Strass y Acceptess-T.”
Vanesa Campos, como muchas de nosotras, cruzamos el charco para procurarnos una vida mejor. Sin embargo, nos estrellamos con la realidad que en esta “Europa civilizada” se violan sistemáticamente los derechos humanos. Esta “avanzada” Europa es tránsfoba, racísta y putófoba.
El pasado mes de abril se cumplieron dos años de la entrada en vigor del llamado modelo sueco en Francia, como hemos venido denunciando desde hace 19 años. Lo único que ha traído como consecuencia, es la vulnerabilidad sistemática de las trabajadoras sexuales, trans y migrantes, ya que para poder seguir trabajando tenemos que arriesgarnos a ir a sitios más alejados y desprotegidos por el temor a las multas y las redadas racistas de las que somos objeto con el pretexto de la lucha contra “la trata”.
Frente a esta situación, no vemos manifestaciones de ningún grupo feminista euroblanco exigiendo justicia para nuestra compañera trans y migra asesinada gracias a las políticas que ellas impulsan, de hecho ese silencio sepulcral las convierte en cómplices por omisión.
Nuestro trabajo NO es violencia, la violencia es la falta de reconocimiento por parte de las instituciones, que lo convierte en violento y peligroso, sin embargo, no dudan en integrarlo al PIB para que las cuentas les cuadren. Lanzando, al mismo tiempo, campañas malintencionadas y confusas, mezclando el delito de trata que los Estados deberían perseguir en todas sus formas, con el trabajo sexual del que se beneficia el propio Estado cuando otorga licencias a clubes que explotan a sus trabajadoras debido a la falta de reconocimiento legal.
No queremos que Vanesa sea una cifra más, exigimos a las autoridades correspondientes que se haga justicia y su asesinato no quede impune.
Criticamos la hipocresía de la República francesa y su fachada “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, que de manera histórica, colonial y permanente vulnera los derechos fundamentales de las personas migradas y racializadas, que en muchos casos son ciudadanes franceses.
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS ASESINOS DE VANESA CAMPOS!
¡NI UNA MENOS!
APROSEX
Asociación de Profesionales del Sexo
T.I.C.T.A.C.
Taller de Intervenciones Críticas Transfeministas Antirracistas Combativas